Un nuevo episodio de violencia se registró en Afganistán. Dos sanguinarios ataques volvieron a sembrar el miedo en la ciudad de Kabul, dejando al menos 24 personas muertas y otras 55 heridas.
Un primer atentado se realizó en el oeste de esa localidad, donde un vehículo abarrotado con explosivos estalló en un cuartel de la policía. Luego se produjo un tiroteo entre uniformados y los extremistas que aumentó la tensión y el temor durante varias horas.
En la sede del servicio de inteligencia, el este de Kabul, se produjo el segundo ataque. Un sujeto se suicidó al activar sus explosivos cerca del mencionado edificio, mientras que otro individuo fue abatido por las fuerzas del orden. Por medio de las redes sociales, los talibanes se adjudicaron la autoría de los atentados.