Las autoridades en Alemania han prohibido la venta en el país de la muñeca "Cayla", tras considerar que el micrófono y la conexión de bluetooth que tiene el juguete, lo convierten en un posible instrumento de espionaje ilegal.
Por más que parezca inofensiva, la Agencia Federal de Redes alemana, señaló a través de un comunicado que los objetos que ocultan cámaras o micrófonos, pueden transmitir datos de forma inadvertida amenazando la privacidad de las personas.
El problema radica en que la muñeca puede registrar datos como nombre de los menores, padres, la escuela donde asiste, el lugar en donde viven y conversaciones entre los pequeños que son usados por las compañías para utilizarlos en estrategias de publicidad y marketing.
El hecho se basa ya que en el 2015 los datos de más de 9 millones de niños y adolescentes que utilizaban los denominados juguetes conectados, fueron robados por una comunidad de Hello Kitty y Tech.