El suceso se registró en la ciudad de Minessota, Estados Unidos. Seth Johnson llevaba varias semanas enfermo. Sin embargo, sus padres no le llevaron al hospital argumentando que tenían "problemas con los médicos".
Pese a su enfermedad, pancreatitis, el niño quedó bajo la responsabilidad de su hermano, de 16 años, durante el fin de semana que falleció. Sus padres dejaron la ciudad unos días para asistir a un matrimonio.
Cuando su hijo mayor los llamó preocupado por el estado del pequeño Seth, la pareja regresó a casa rápidamente. Al llegar, decidieron orar por su salud en vez de llevarlo al hospital. Horas después el menor falleció.
Los padres, que se mudaron junto a su hijo mayor por temor a ser agredidos por los vecinos, han sido acusados de negligencia y deberán comparecer en los juzgados de Minessota este mes.
Se conoció que el pequeño Seth había sido diagnosticado con alcoholismo fetal y trastorno reactivo.
