Al menos 16 personas perdieron la vida, entre ellas cuatro monjas católicas, luego que un grupo de sujetos armados irrumpieran una residencia de ancianos en la ciudad de Aden.
Se informó que cinco sujetos encapuchados ingresaron al lugar y ejecutaron disparos con fusiles automáticos contra los habitantes. Las primeras informaciones señalan que entre los fallecidos se encuentran los guardias de seguridad, once personas de avanzada edad y cuatro enfermeras que laboraban en el lugar.
Por su parte, el Papa Francisco expresó que se encuentra “conmocionado y profundamente entristecido” por el atentado contra dicho centro, informó el Vaticano. Según indica un mensaje de condolencia blindado hace algunas horas, el Sumo Pontífice "reza porque este asesinato sin sentido despierte las conciencias, conduzca a un cambio de actitud e inspire a todas las partes a bajar sus armas".