Un hecho sin precedentes se ha registrado en Francia. Una mujer llamada Mariane Richard aseguró que sufría de sensibilidad electromagnética, es decir, es alérgica a ondas de aparatos electrónicos entre los que se encuentra el Wi-Fi. Con este alegato, Mariane pidió a las autoridades una pensión porque no puede llevar su vida con normalidad
Los tribunales franceses se habían negado en más de una oportunidad a pagar beneficios por discapacidad a las personas que sufren de sensibilidad electromagnética pero en este caso la protagonista del caso consiguió la victoria, la cual fue catalogada por ella como un "gran avance".
Ahora la francesa de 39 años recibirá una pensión de 500 euros mensuales y, seguramente, más de una persona afectada por este tipo de enfermedad buscará la forma de conseguir también un triunfo en los tribunales.
Por otro lado, el diario “The Telegraph” informó Mariane Richard vive en un granero recluida en el campo lejos de todas las ondas que no la dejan vivir en paz. Cabe señalar que la Organización Mundial de la Salud señala que la sensibilidad electromagnética se caracteriza por “síntomas sin especificar que carecen de una base o elemento toxicológico o psicológico que permitan su verificación”.
