Un tribunal federal estadounidense bloqueó temporalmente la política de la administración de ese país de detener a madres y niños solicitantes de asilo, una práctica implementada para frenar la fuerte inmigración clandestina desde Centroamérica.
En su mandato preliminar, la corte estimó que las madres y niños que llegan a Estados Unidos desde Guatemala, Honduras o El Salvador para "escapar de la violencia", son objeto de un "temor legítimo" y por lo tanto pueden lógicamente esperar obtener asilo.
A raíz de una inmigración masiva, la administración Obama decidió el año pasado mantener a los solicitantes de asilo en centros fronterizos, en lugar de dejarlos en libertad mientras sus casos son examinados como ocurría antes.