Según las primeras informaciones, los extremistas decapitaron a más de 15 personas, entre hombres y mujeres, durante una ofensiva en la provincia de Ghazni, al este de Afganistán.
“Más de quince personas han sido decapitadas por los insurgentes durante los enfrentamientos en el distrito de Ajristan, que comenzaron hace cinco días y continúan aún”, señaló un representante policial.
El portavoz añadió, en entrevista con la agencia EFE, que los ejecutados fueron acusados por los insurgentes de colaborar con la Policía local.
Sobrevivientes señalaron que “mucha gente ha resultado muerta o herida”, aunque se desconoce la cifra exacta, que podría aumentar mientras prosiguen los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
Algunos medios informan que en los combates participan militantes del Estado Islámico, aunque el gobierno afgano dijo que la presencia no está confirmada, aunque sí está constatada la llegada de talibanes a la zona.