Lisa Coleman, una mujer condenada por dejar morir de hambre a un niño de sólo nueve años, fue ejecutada el último miércoles en el estado de Texas, Estados Unidos.
Según notificó el Departamento de Justicia Criminal, la afroamericana de 38 años fue declarada muerta al promediar las 18: 24 hora local, tras recibir una inyección letal.
Se supo que antes de morir, la acusada pudo dedicar un breve mensaje a su familia. "Sólo quiero decirle a mi familia que los amo, a mi hijo, lo amo. Dios los bendiga a todos ustedes. Estoy bien, díganles que morí fuerte", señaló.
Cabe señalar, que este caso se remonta al año 2004, cuando las autoridades encontraron muerto al menor, al interior de la vivienda que Coleman compartía con su pareja Marcela Williams. Se supo que el fallecido pesaba apenas 15 kilos y presentaba al menos 250 cicatrices en su cuerpo.
(Imagen referencial / EFE)