Una terrible denuncia pesa contra un hombre de 93 años. Oskar Groening fue acusado de contribuir con la ejecución de alrededor de 300 mil judíos, en un campo de exterminio nazi en Polonia, donde trabajó como guardia durante muchos años.
Según informa una importante cadena de noticias, el trabajo del sujeto consistía en recoger las pertenencias robadas de las víctimas. "Ayudó al régimen nazi a beneficiarse económicamente y apoyó las matanzas sistemáticas", afirmó la fiscalía de Hannover a través de un comunicado.
Por su parte, el acusado negó haber cometido algún delito, pese a que fue testigo de numerosas atrocidades. Mientras tanto, sus abogados evitaron pronunciarse sobre su situación legal.