La medida fue oficiliazada por el Instituto Aeropuerto Internacional de Maiquetía (IAIM), la cual ordena el cobro de 127 bolívares, entre dos y veinte dólares, a cada pasajero por derecho a respirar aire acondicionado ozonificado en el aeropuerto de Caracas.
Se conoce que el impuesto generó el malestar de los viajeros, que deben sumar dicho costo a los altos precios de los pasajes, generados por la crisis económica en Venezuela.
Por su parte, el gobierno de Nicolas Maduro defendió la medida, argumentando que "El enriquecimiento del aire del aeropuerto tiene el objetivo de preservar la salud de las más de 30.000 personas que circulan por el aeropuerto 'Simón Bolivar'".