José Reyes, de 17 años, y un muchacho de 16, están acusados de torturar, violar y asesinar a una chica de 15 años. En caso de ser declarados culpables enfrentarán la pena capital.
Según la policía estadounidense, la víctima fue golpeada, asfixiada y violada. Un destornillador clavado en la cabeza y la impresión de un crucifijo invertido en el estómago agregaban atrocidad a su martirio. Un acto que consideraron, era una “forma de vender sus almas al diablo”.
Reyes fue entregado por sus padres, a quienes les había confesado parte de lo ocurrido. En tanto, el menor de 16 años está detenido en un centro carcelario juvenil.
Durante la primera audiencia, Reyes confesó haber asesinado a la adolescente y sonrío a las cámaras de los canales de televisión que cubrían el caso.