Nuevos documentos proporcionados por el ex técnico de la CIA revelan que la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) "espió directamente" al mandatario mexicano Enrique Peña Nieto y a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
Según informe de un medio brasileño, los sistemas utilizados por la NSA lograron conocer las conversaciones telefónicas y el contenido de los correos electrónicos que Rousseff intercambiaba con sus asesores.
En cuanto al presidente de México, el espionaje norteamericano se inició en la época cuando Peña Nieto era candidato a la presidencia y continúo luego de que ganara las elecciones del 2012. Según los documentos, la NSA logró saber con anterioridad los nombres de algunos ministros.
En tanto, el gobierno brasileño convocó a una reunión de emergencia para pedir nuevas explicaciones a EE.UU., ya que no es la primera vez que se afirma un seguimiento a las autoridades del país sudamericano.
Las primeras revelaciones ya habían llevado a que Brasil junto al bloque del Mercosur denuncie al gobierno de Barack Obama ante las Naciones Unidas, por lo que estos nuevos documentos han aumentado al indignación de los brasileños.
El ministro de Justicia de Brasil, José Eduardo Cardoso, sostuvo que "esta práctica debe terminar porque viola la soberanía". Por su parte, el canciller norteamericano John Kerry expresó que "entendía" las quejas, pero afirmó que las actividades son "legales" y además "necesarias" para garantizar la seguridad global.