El Arctic Sunrise de la ONG ambientalista entró en las aguas del mar de Kara en el océano Ártico a pesar que la Administración de la Ruta Marítima del Norte (ARMN), que une el Atlántico y el Pacífico a lo largo de las costas de Rusia, se negó a otorgar el permiso de entrada a la zona.
Los activistas de la organización indicaron que planean celebrar protestas pacíficas contra la extracción de petróleo en el Ártico planificada por la empresa estatal rusa Rosneft y su socio estadounidense ExxonMobil. Denunciaron que las exploraciones geológicas de las compañías ponen en riesgo la vida de los mamíferos.
"El Arctic Sunrise" ya está aquí, sin haber recibido advertencias de que el acceso a estas aguas está restringido", declaró desde el rompehielos Christy Ferguson, coordinadora de la campaña de Greenpeace para la defensa del Ártico.
Como se sabe, a principios de la semana, la ARMN se negó a otorgar el permiso al Arctic Sunrise para pasar por la zona, justificando que la decisión se debe a la insuficiente protección del casco del barco para la navegación sobre el hielo.
Sin embargo, las organización ambientalista recalcó que no permitirían que los formulismos de las autoridades rusas eviten las protestas para denunciar los riesgos que suponen las perforaciones en el Ártico y que de producirse un derrame "podría tener consecuencias irreversibles para toda la región".
