La tragedia se produjo hoy en un nosocomio de la ciudad de Homs, que es constantemente bombardeada por las fuerzas del régimen, pues allí se esconderían rebeldes que buscan derrocar al gobierno de Bashard al Asad.
La muerte de los 18 bebés en el hospital de Al Walid de Homs fue confirmada horas después por el Consejo Nacional Sirio-CNS, la principal agrupación de la oposición, aunque no precisó su número.
Una activista de los Comités de Derechos Humanos, que se encuentra en Siria, explicó que los neonatos fallecieron después de que sus incubadoras dejaran de funcionar por el corte del suministro eléctrico.
Sin embargo, la agencia de noticias oficial siria, Sana, que citó fuentes médicas, aseguró que los hospitales de Homs funcionan normalmente y que no carecen de electricidad ni de material sanitario.
Por otro lado, una activista de los Comités de Coordinación Local dijo que los matones del régimen asesinaron hoy a sangre fía a tres familias de Homs que intentaban escapar de los bombardeos en el barrio Al Sabil.
Estas informaciones no han podido ser verificadas de forma independiente debido a las restricciones impuestas por el régimen de Damasco a los periodistas para trabajar.
