Desde el Reino Unido, Paul McCartney, Ed Sheeran y los Rolling Stones están entre los más de 1.500 músicos que le pidieron al gobierno de Gran Bretaña que intervenga y salve su mundialmente conocida industria de la música en vivo de la devastación causada por la pandemia del nuevo coronavirus COVID-19.
Artistas como Rod Stewart, Little Mix, Coldplay y Dua Lipa firmaron también una carta abierta que sostiene que la prohibición de grandes concentraciones de gente en respuesta la virus podría suponer “el final de esta industria líder mundial”.
“Sin un final del distanciamiento social a la vista y sin que se haya acordado el apoyo financiero del gobierno, el futuro de los conciertos y festivales y de cientos de miles de personas que trabajan en ellos parece sombrío», apuntó la carta.