Mick Jagger, el cantante de los Rolling Stones pasa su confinamiento debido a la pandemia del coronavirus COVID-19 en su magnífico castillo del siglo XVIII, un concepto que cambia de sentido cuando se hace en una magnífica propiedad rodeada de vastos terrenos como la que adquirió en el centro de Francia a comienzos de los años ochenta.
Desde que Jagger decidió trasladarse a su propiedad francesa, en marzo, para protegerse de la epidemia de coronavirus que azota tanto su Reino Unido natal como Francia en la que ha encontrado refugio, no ha parado.
Fue desde este château rodeado de 20 hectáreas de parque y jardines desde donde Jagger ensayó primero y participó después en el concierto virtual One World Together at Home que organizó Lady Gaga a favor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) el mes pasado y otro para los afectados por covid-19 en India.
También desde allí lanzó el 25 de abril el último tema inédito de la legendaria banda, “Living in a Ghost Town” que, como explicó él mismo en sus redes sociales, había sido grabado en estudio antes del confinamiento y que, en vista de la situación mundial, consideraron era un buen momento para estrenarlo.