La cantante de pop Madonna, de 61 años, abandonó el Teatro Palladium de Londres la noche de ayer apoyada en un bastón y agarrada del brazo de uno de sus ayudantes, quien la acompañó hasta el auto que la llevó directamente a su hotel.
No es la primera vez que la artista se deja ver así. El pasado enero, la estrella publicó un vídeo en sus redes sociales en el que se podía apreciar su cojera mientras subía unas escaleras también ayudada por un bastón.
Cabe indicar que sus problemas de salud le han obligado a cancelar por primera vez en sus 37 años de trayectoria musical varios conciertos en distintas ciudades.