El cantante murió esta mañana a los 55 años de edad en un nosocomio privado de Barranquilla, en el que estaba internado por una neumonía, una crisis cardiaca y una insuficiencia renal.
El deceso del intérprete se registró por un paro cardiorrespiratorio, producto de una falla multiorgánica, a las 07:45 horas en la unidad de cuidados intensivos de la clínica La Asunción, donde fue ingresado el pasado 27 de junio.
Joe Arroyo estuvo varias veces al borde de la muerte, pero siempre sus familiares y amigos tuvieron la esperanza que saldría bien. No obstante, las enfermedades de base que sufría, como la diabetes, complicaron su cuadro clínico.
Ayer, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Barranquilla, Víctor Tamayo, le impuso la Unción de Los Enfermos al intérprete, a pedido de los familiares, tras darse cuenta de su deteriorado estado de salud.