El fallecimiento del papa Francisco ha puesto en marcha un procedimiento que, por siglos, ha despertado curiosidad y misterio: el cónclave, proceso mediante el cual los cardenales de la Iglesia Católica eligen a un nuevo pontífice. En medio de este contexto, la película Cónclave, estrenada en 2024 y dirigida por Edward Berger, se presenta como una obra de ficción que logra retratar con sorprendente fidelidad los detalles, tensiones y simbolismos del proceso más sagrado del Vaticano.
Basada en la novela homónima del escritor británico Robert Harris, la cinta nominada a los Óscars 2025 se adentra en las entrañas del Vaticano tras la muerte de un Papa ficticio. Los protagonistas —interpretados por Ralph Fiennes, Stanley Tucci y John Lithgow— son altos prelados que deben encerrarse en la Capilla Sixtina para cumplir con una misión trascendental: elegir al nuevo líder de la Iglesia.
¿Cómo se elige al nuevo Papa?
El cónclave es una tradición que data del siglo XIII. Según las normas actuales, solo los cardenales menores de 80 años pueden participar como electores. En la actualidad, son 120 los cardenales habilitados para votar. Tras el fallecimiento de un Papa, se otorgan entre 15 y 20 días para que todos los cardenales viajen a Roma. El proceso inicia oficialmente cuando se encierran en la Capilla Sixtina y juran secreto absoluto.
Durante cada jornada de votación pueden realizarse hasta cuatro escrutinios diarios. Para que un candidato sea elegido, debe obtener al menos dos tercios de los votos. Las papeletas son quemadas tras cada ronda: si no hay elección, el humo que sale por la chimenea es negro; si hay nuevo Papa, es blanco.
¿Qué muestra la película?
En Cónclave, este procedimiento es dramatizado con un enfoque casi teatral. Los personajes principales se enfrentan a dilemas de fe, poder y conciencia. La película no solo muestra las votaciones, sino también las alianzas secretas, las estrategias políticas y los conflictos morales que pueden definir el futuro de la Iglesia.
Aunque la historia es ficticia, el director y el guionista realizaron un riguroso trabajo de investigación. Incluso, el Vaticano permitió que el equipo realizara visitas privadas para estudiar los espacios que posteriormente fueron recreados en un set. “Es un mundo teatral, misterioso y cargado de símbolos. Queríamos retratarlo con respeto y precisión”, dijo el guionista Peter Straughan en entrevista con USA Today.
La película tiene resonancia especial en este momento, no solo por su contexto, sino porque demuestra cómo, a pesar de la espiritualidad del proceso, la dimensión humana de los cardenales —sus ambiciones, lealtades y dudas— también forma parte del camino hacia el trono de San Pedro.
Si bien el film culmina con la elección de un Papa inesperado, el mensaje es de la cinta concluye en que la decisión más importante de la Iglesia está rodeada de fe, pero también de política, intrigas y humanidad. Cónclave ya está disponible en la plataforma de streaming en Amazon Prime de algunas regiones.