El Miss Grand International 2024, celebrado en Bangkok, Tailandia, dejó un impacto más allá de la coronación. Mientras Rachel Gupta de India se consagraba como la nueva Miss Grand International, la reacción inesperada de Thae Su Nyein, Miss Grand Myanmar y segunda finalista, captó la atención de los espectadores y generó controversia. Horas después de la ceremonia, la organización del certamen anunció la revocación del título de Thae, argumentando “comportamientos inapropiados” que violaron las normas del evento.
LA REACCIÓN QUE DESATÓ LA CONTROVERSIA
El episodio inició cuando Thae Su Nyein, de 18 años, rompió en llanto tras recibir la corona de segunda finalista. Al descender del escenario, su director nacional, SoeMin Tun, le retiró la corona de manera brusca y la lanzó al suelo, abandonando ambos el MGI Hall. Este acto rápidamente se viralizó en redes sociales, generando opiniones divididas entre los usuarios. Como respuesta, el Miss Grand International emitió un comunicado el lunes en el que se informaba la revocación del título de Thae Su Nyein, alegando que la candidata había incurrido en comportamientos contrarios a las políticas de la organización.
RESPUESTA A LAS CRÍTICAS
En medio de la polémica, Thae Su Nyein realizó una transmisión en vivo en TikTok para aclarar su postura. Explicó que su reacción no fue por no obtener la corona, sino por la presión y las expectativas de sus seguidores en Myanmar. "Mis lágrimas eran por mi gente y por todos los que esperaban esta victoria junto a mí", señaló la joven, destacando que, aunque estaba satisfecha con su desempeño, esperaba haber ganado en la competencia de Traje Nacional y en el premio Country’s Power of the Year, determinado por votos del público.
Thae también criticó a los medios presentes, indicando que su director nacional intervino para evitar que ella cayera al descender del escenario y que, pese a solicitar respeto en ese momento emocional, los reporteros continuaron grabándola sin consideración. En sus palabras, la candidata expresó su descontento: “Al bajar, algunos medios extranjeros empezaron a grabar; pedimos que se detuvieran, pero no les importó”.
Esta controversia ha generado un debate sobre la presión y las expectativas en los concursos de belleza, poniendo el foco en los desafíos que enfrentan las candidatas en la esfera pública.