Kitty, es un gato que fue adoptado por la familia de Jayden Denton, un niño que sufre trastorno del procesamiento sensorial (TPS).
El TPS es un trastorno complejo del cerebro que afecta la manera en que los sentidos proporcionan información y sensaciones (visión, audición, tacto, olfato, gusto, movimiento, interocepción y el sistema vestibular) y su organización dentro de un comportamiento.
Tonya Denton, madre del menor, explicó para un medio internacional que ''cuando su hijo se sobrecarga tiene arrebatos de llanto y es inconsolable''.
El gato gris es considerado por la familia como un animal terapéutico, ya que en lugar de asustarse cuando las emociones del menor explotan, intenta consolarlo y de ese modo, el pequeño estabiliza su estado de ánimo.