Hoy 15 de enero Augusto Ferrando Chirichigno hubiera cumplido 100 años de edad. Se fue hace dos décadas ya pero el popular animador de la televisión peruana y locutor hípico sigue presente entre nosotros.
Sin lugar a dudas en Panamericana Televisión pasó su mejor época profesional, su programa Trampolín a la Fama marcó historia y estuvo casi 30 años en el aire con altos niveles de sintonía.
Descubrió a decenas de artistas que hoy brillan con luz propia, todos quería aparecer en su programa porque sabían que era la mejor vitrina. También estuvieron congresistas y hasta presidentes de la República.
Era muy disciplinado, todos los sábados por la tarde era el primero en llegar al estudio 5 de Panamericana Televisión donde se hacía el programa, que no tenía una gran escenografía, una rebuscada producción ni invitados de lujo, pero con su chispa, carisma y dominio de escena se apoderaba de la pantalla.
Era imponente, con su 1,90 cm de estatura, 140 kg de peso y guayaveras multicolores dejaba sorprendido a su público, principalmente a los que concurrían a verlo a la Esquina de la Televisión, simplemente para saludarlo o para pedirle un regalo.
Su vida privada también apareció en la televisión, la pelea con sus hijos, amores prohibidos, etc. amargaron sus últimos años, pero no eclipsó su figura pues ya era una leyenda de la televisión peruana.
Fue amado, odiado, idolatrado, criticado, premiado, saludado, pero nadie puede mezquinar su éxito. Su muerte, a los 80 años, en Lima, el 1 de febrero de 1999, dio lugar a una multitudinaria manifestación de pesar.