Cada 6 de enero se celebra el “Día de los Reyes Magos” o “Bajada de Reyes”, festividad en la que se recuerda la adoración al niño Jesús por parte de los tres Reyes Magos, como signo del reconocimiento del mundo pagano de que Jesucristo es el rey y salvador de la humanidad.
Esta festividad se realiza en América Latina, Europa y otras partes del mundo, como parte de la adoración al Niño Dios. En Perú, en esta fecha se suelen entregar regalos a los niños, realizar un lonche (que puede incluir panetón y chocolatada), y guardar los adornos navideños y el nacimiento católico.
De acuerdo a la tradición de la Iglesia, los tres Reyes Magos se llamaban Melchor, Gaspar y Baltasar. Se dice que fueron tres visitantes extranjeros que, tras el nacimiento del niño Jesús, acudieron desde otros países para rendirle honores y entregarle obsequios de una gran riqueza simbólica como oro, mirra e incienso.
La historia relaciona a los reyes como hombres poderosos, nobles y sabios, posiblemente monarcas de naciones del oriente al Mediterráneo, y que por su cultura y espiritualidad cultivaban su conocimiento del hombre y de la naturaleza esforzándose especialmente por mantener un contacto con Dios.
Por tradición, en algunos países los tres Reyes Magos forman parte del pesebre junto al niño Jesús, la Virgen María y San José. El evangelio según Mateo es el único que hace referencia a unos magos quienes, tras seguir una supuesta estrella buscan al “rey de los judíos que ha nacido en Jerusalén”.
Hasta el año 474, aproximadamente, los restos de los reyes estuvieron en Constantinopla, la capital cristiana más importante de Oriente. Posteriormente, fueron trasladados a la catedral de Milán, en Italia, para luego ser llevados hasta Colonia, Alemania, donde permanecen hasta la actualidad.