En Irán, medios locales informaron sobre la muerte de Amou Haji, un ermitaño conocido como el "hombre más sucio del mundo", debido a que rehusó tomar un baño durante 60 años.
Falleció a los 94 años en Dezhgah, una aldea de la provincia de Fars, al sur de Irán, y era muy conocido por sus hábitos sin higiene y poco comunes como fumar cinco cigarrillos a la vez o aspirar estiércol de una tubería de metal.
Pero algo que lo caracterizó es que también se resistía a consumir alimentos frescos y a bañarse con agua y con jabón, ya que tenía miedo a enfermarse.
Su piel, casi todo el tiempo, estaba cubierta de barro y polvo, pero estar siempre sucio no era por capricho, no se bañaba ya que pensaba que, si se bañaba, bajarían sus defensas y quedaría expuesto. Eso sí, lo que nunca le podía faltar eran cigarros, sentía que lo mantenían con energía.
ras su partida, lo único que encontraron fue una pequeña infección, conocida como triquinosis, que suele aparecer por comer carne mal preparada, pero a pesar de eso, no presentaba ningún síntoma que esto le estuviera afectando.
Cabe señalar que los médicos llegaron a la conclusión de que el hombre más sucio del mundo había adquirido un sistema inmunológico extremadamente fuerte, esto por la vida que había llevado.
