Pensaban que nadie los seguía y que pasarían una tarde excelente, pero los celos de una esposa estuvo a punto de malograrles la tarde. Tras encontrarse, una pareja de infieles llegó hasta un grifo, él comenzó a cargar gasolina y ella se fue al baño.
Minutos después apareció la esposa del sujeto que los estaba siguiendo y furibunda le reclamó a su marido, pero este muy tranquilo el mostró todo el auto y le dijo que no estaba con nadie, que se controlara, en ese momento salió la amante del baño.
Se percató de la presencia de la pareja de su amante y disimuló, fingió ser la trabajadora del grifo, cobró por el combustible y se retiró, la esposa al ver que no había nadie se disculpó con el hombre y se fue, sin lugar a dudas magistral actuación de los infieles.