Dicen que los ángeles sí existen, y en este caso muy bien lo podrían representar las personas que integran Casa Magia, ubicada en jirón San Agustín en Surquillo, que es una sociedad de voluntarias por los niños con cáncer que tienen como fin que lo imposible suceda. En el albergue se da soporte a familias de escasos recursos tanto en la parte médica como en el aspecto emocional, para hacer de su estadía en este lugar la más tranquila.
Entre estas hermosas personas está Mabelita, quien desde hace cinco años se encarga de alimentar saludablemente a los pequeños. “Me gusta atenderlos, ver día a día qué es lo que pueden y no pueden comer por la enfermedad que ellos llevan (…) Espero que mis niñitos crezcan, coman todo y sigan luchando por sus vidas”, dice Mabelita.
“No perdamos la fe en Dios. A pesar de lo que digan y todo lo que hemos pasado alejados de la familia, sí se puede. Hemos encontrado una nueva familia que es Casa Magia y estamos muy agradecidos por ello”, dijo un padre que sigue luchando junto a su pequeño contra la leucemia. Son muchas personas que se han beneficiado con el apoyo de este grupo humano que día a día se esfuerzan junto a cada padre de familia por darle una mejor calidad de vida a los niños.
