La propuesta del gobierno de instalar cámaras de seguridad externas en taxis y autobuses ha generado gran controversia, en su intento de combatir la delincuencia.
Según el ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes, la medida convertiría a estas unidades en una especie de “patrulleros ciudadanos”. Sin embargo, algunos conductores no consideran que sea la mejor estrategia para enfrentar la criminalidad en el país.
“Es una medida que no funciona. Lima está llena de cámaras y no vemos resultados que aporten a la seguridad. El gobierno actúa de forma apresurada en vez de implementar medidas más severas contra la inseguridad”, opinó un taxista.
“Una cámara no cambiará nada, igual nos van a asaltar porque no siempre estamos armados, pero el delincuente sí y, si quiere, te dispara y se acabó. El gobierno no hace nada, igual nos van a matar”, comentó otro transportista.
OPINIONES DIVIDIDAS
Otros conductores, sin embargo, señalaron que la medida podría contribuir a la seguridad ciudadana. “La idea es buena para visibilizar la delincuencia y ver lo que ocurre a diario. Aunque también debe acompañarse de una estrategia”, opinó un conductor.
Por su parte, varios ciudadanos exigen la derogación de leyes desde el Congreso que consideran ineficaces en la lucha contra la delincuencia. “Es la única forma de combatir la criminalidad”, afirmó una usuaria del transporte público.
Cabe precisar que algunos buses urbanos ya cuentan con cámaras de seguridad, las cuales en varias ocasiones han captado robos a mano armada en el momento preciso. Sin embargo, no siempre garantiza que sea una estrategia que disminuya los robos.