Los residentes del asentamiento humano Playa Rímac, en el Callao, continúan enfrentando un problema inquietante, debido a la presencia de una planta de aguas residuales cerca de sus hogares, la cual ha ocasionado la proliferación de zancudos y ratas, perturbando su tranquilidad durante las noches.
Según los afectados, esta planta de tratamiento se ha convertido en una pesadilla desde que fue instalada hace 14 años. "Nos enfrentamos a malos olores, la presencia de insectos, contaminación ambiental y contaminación sonora debido al constante tránsito de camiones cisterna", señaló una vecina afectada.
Los residentes afirman que antes de la instalación de la planta de aguas residuales, que actualmente se utiliza para el riego de áreas verdes, existía un parque con abundante vegetación. Indicaron que las autoridades municipales talaron árboles con el propósito de crear un bulevar en beneficio de todos los vecinos, pero finalmente optaron por establecer la planta de aguas residuales.
Los vecinos han sufrido las consecuencias de las picaduras de mosquitos durante las noches debido a la acumulación de agua estancada en la planta.
A pesar de que el municipio realizó fumigaciones y limpiezas recientemente, esto ha tenido poco efecto para los residentes, quienes continúan experimentando molestias y temen que estos insectos propaguen enfermedades, especialmente en medio de la situación de contagio por dengue.