El arquero, surgido de Boca, se suicidó como consecuencia de haber estado atravesando, según dicen en su entorno, una grave crisis familiar. Larroque se estaba desempeñando como ayudante de campo y entrenador de arqueros en Laferrere.
En Boca sólo jugó un partido, aunque gran parte de su carrera la hizo en el ascenso. El año pasado había atajado en Sportivo Italiano y antes había pasado por otros equipos (Godoy Cruz, San Miguel, Villa Mitre, San Martín de Mendoza, Huracán de Tres Arroyos), hasta que decidió retirarse para seguir vinculado al fútbol como entrenador de arqueros.
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