Más allá de su papel como líder de la Iglesia Católica, Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, dejó una huella imborrable en el corazón de los hinchas de San Lorenzo de Almagro. Su pasión azulgrana, construida en su infancia en Buenos Aires, lo acompañó siempre, incluso desde el Vaticano.
EL AMOR QUE NACIÓ EN LAS TRIBUNAS DEL VIEJO GASÓMETRO
La relación de Francisco con San Lorenzo comenzó en su niñez, cuando asistía con entusiasmo al mítico Viejo Gasómetro para alentar al equipo. El vínculo creció a lo largo de su vida, llegando a oficiar misas conmemorativas en la capilla del club como Arzobispo de Buenos Aires. A pesar de alcanzar el papado, su fidelidad no se extinguió: mantenía vigente su carnet de socio número 88235 y recibía con afecto a delegaciones azulgranas en el Vaticano.
La institución recordó esta conexión en su emotivo mensaje en redes sociales: "Nunca fue uno más y siempre fue uno de los nuestros. Cuervo de niño y de hombre. Cuervo como sacerdote y Cardenal. Cuervo también como Papa".
EL HINCHA MÁS ILUSTRE
Tras la noticia de su muerte, el Club Atlético San Lorenzo de Almagro expresó su dolor con palabras cargadas de sentimiento: "De Jorge Mario Bergoglio a Francisco, hubo algo que jamás cambió: su amor por el Ciclón". La despedida incluyó un mensaje final en X que refleja el orgullo y la tristeza de toda la comunidad: "¡Adiós, gracias y hasta siempre! ¡Estaremos juntos por la eternidad!".
El legado de Francisco como 'Cuervo' eterno demuestra que, incluso en lo más alto, jamás olvidó sus raíces ni su pasión por el club fundado en 1908.