Los hechos ocurrieron el pasado 8 de agosto. Un grupo de activistas arrojaran pintura roja y negra sobre la fachada de la vivienda de Lionel Messi en la ciudad de Ibiza, para denunciar lo que consideran la "responsabilidad de los ricos" en la crisis climática.
De acuerdo al grupo Futuro Vegetal, la mansión de Messi es una construcción "ilegal" que el futbolista adquirió por la "exorbitante" cifra de 11 millones de euros.
Messi exige pago por daños
La mansión del astro del fútbol, ubicada en Cala Tarida, es una propiedad lujosa de más de 16,000 metros cuadrados, equipada con una amplia planta baja, un sótano, un anexo y una piscina.
Tras el hecho de vandalismo, los abogados de Messi pusieron una demanda ante la Justicia de España exigiendo 50 mil euros por los daños ocasionados.