El final dramático del encuentro entre Uruguay y Colombia en la Copa América no solo dejó la eliminación de la 'celeste', sino también un enfrentamiento en las gradas que ha generado controversia. Tras la derrota por 0-1, jugadores como Darwin Núñez y Maximiliano Araújo se vieron involucrados en una trifulca con aficionados colombianos en el Bank of America Stadium de Charlotte, Carolina del Norte.
Ignacio Alonso, presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), defendió la reacción de los futbolistas, asegurando que su intervención fue motivada por la necesidad de proteger a sus familias. Según Alonso, la situación se volvió caótica cuando los jugadores notaron que sus seres queridos estaban en peligro y no se les permitía acceder a la cancha, como indican los protocolos.
"Saber que hubo una reacción natural, instintiva, de padre, de esposo, de hermano, de hijo que al ver a su familia en un momento muy complicado y al ver que no permitían la evacuación hacia la cancha, que es lo que el protocolo indica", explicó Alonso en declaraciones postpartido.
El capitán de la selección uruguaya, José María Giménez, reforzó esta postura al afirmar que tuvieron que intervenir personalmente para rescatar a sus seres queridos de una situación de riesgo evidente. "Tuvimos que meternos en la tribuna para sacar a nuestros seres queridos, con un bebé chiquito recién nacido. Un desastre todo. No había ni un solo policía, cayeron a la media hora. Un desastre todo y nosotros ahí dando la cara por los nuestros", expresó Giménez en una entrevista televisiva.
Además de los jugadores, Alonso señaló que también enfrentaron momentos de tensión en los palcos, con intentos de invasión y agresiones verbales. "Tiraron cosas, dijeron cosas, tuvimos que hacer entrar niños al palco. Pero fueron unos minutos y listo. Hay que ver las imágenes, conversar y evaluarlas", añadió.
INVESTIGARÁN INCIDENTES
La AUF ha anunciado que su departamento legal que está preparado para estudiar los expedientes que haya sobre lo acontecido en el encuentro, mientras la Conmebol podría evaluar posibles medidas disciplinarias. El incidente ha puesto de relieve la necesidad de reforzar la seguridad en eventos deportivos internacionales, subrayando la importancia de proteger tanto a los jugadores como a los espectadores en todo momento.