Las cifras causan una mezcla de escalofrío y emoción: solo 48 horas después del anuncio del mediocampista colombiano James Rodríguez como nuevo jugador del Real Madrid, en el mundo se habían vendido 300.000 camisetas con su nombre. El año pasado, el mismo equipo reportaba la venta de un millón de camisetas con el nombre de Cristiano Ronaldo, entre las 1'450.000 que había vendido en toda la temporada.
En el caso de Rodríguez, por ejemplo, al precio de 120 dólares de cada prenda en promedio nos daría un total de 36 millones de dólares. Casi un tercio de lo que Real Madrid pagó por el jugador.
"Esa ganancia no se puede medir así. Lo que en realidad quedan de esos 32 millones son el 20% de utilidades, que viene a ser cerca de 7 millones de dólares para repartir entre Adidas y el Madrid".
Los clubes de fútbol, dependiendo del contrato que tengan con su proveedor de indumentaria, reciben, en promedio, el 20 % de las utilidades de las ventas de su camiseta y otros accesorios deportivos.