El Imperio Inca continúa revelando sorpresas. Un equipo de arqueólogos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) descubrió en la región de la Laguna del Diamante, en Argentina, estructuras que amplían la frontera sur del Tahuantinsuyo. El hallazgo confirma que los incas llegaron más lejos de lo que se pensaba, revelando un paisaje sagrado en las faldas del volcán Maipo.
UN PAISAJE SAGRADO EN TORNO AL VOLCÁN MAIPO
Las investigaciones revelaron más de cuarenta estructuras arquitectónicas incas, incluyendo recintos para observaciones astronómicas y centros ceremoniales. Según los arqueólogos, el área fue utilizada para observar eventos como la puesta de sol durante el solsticio de diciembre, lo que sugiere que la astronomía tenía un papel central en la vida religiosa inca. El volcán Maipo era considerado un apu, o deidad sagrada, y las construcciones en su entorno confirman su importancia en las creencias del imperio.
UNA EXPANSIÓN MÁS ALLÁ DEL RÍO MENDOZA
Este descubrimiento amplía la frontera sur del Tahuantinsuyo en 150 kilómetros más allá del río Mendoza, lo que cambia la percepción de la extensión del imperio. Los incas no solo utilizaron la fuerza para consolidar su poder, sino también la religión y el control de paisajes sagrados. Las estructuras descubiertas muestran que los incas crearon una red de tráfico especializado en esta región, conectando el Valle Central chileno con los valles orientales de Uco y Jaurúa.
El proyecto arqueológico cuenta con la colaboración de universidades internacionales, y los resultados serán publicados en una revista científica chilena, subrayando la relevancia de este hallazgo para entender mejor la historia prehispánica y la expansión del Imperio Inca.