Escuchar el nombre de Yma Súmac es, sin duda, sinónimo de arte. Y es que su extraordinaria y prodigiosa voz la hizo merecedora de la admiración mundial y el título de la más grande cantante nacida en el Perú.
Este miércoles 13 de setiembre, se cumplieron 95 años de su nacimiento, una fecha que muchos conmemoran recordando su impecable registro vocal (de cuatro y media octavas) y lo mejor de su legado musical.
Desde muy joven, la gran Zoila Augusta Emperatriz Chávarri del Castillo (su nombre real) desarrolló sus portentosas facultades vocales imitando el canto de los pájaros. En la década del 40, su carrera despegó. Adoptó el nombre de Ymma Súmac – que significa “Qué linda” – y viajó a Estados Unidos, donde cautivó a millones de espectadores.
En medio de su auge, muchos no le creyeron que era descendiente del último inca Atahualpa e incluso inventaron que había nacido en Brooklyn y que su verdadero nombre era Amy Camus (Yma Sumac al revés).
CONTROVERSIA EN PERÚ
A pesar del éxito del que ya gozaba en el extranjero, su talento no fue bien apreciado en la tierra que la vio nacer. A finales de los años 40, cuando regresó al Perú, solicitó ofrecer un concierto en el Teatro Municipal de Lima, pero las autoridades, increíblemente, se lo negaron.
Según Alejandro Yori, el fallecido crítico de canto lírico y amigo de la diva peruana, los peruanos de aquella época no le perdonaron haber adoptado la nacionalidad norteamericana.
Desde entonces, Yma Súmac llevó una relación distante y fría con nuestro país. No obstante, esa tensión acabaría en mayo de 2006. Ese año, la cantante retornó al Perú para recibir la Orden El Sol en grado de Comendador.
Pese a todo ello, la intérprete pasó a la historia como una de los más grandes talentos que se hayan visto en el país, pues fue la primera en mezclar la música folclórica con el jazz, el mambo o el rock.
