Poder ganarle el paso del tiempo, no envejecer, conseguir la vida eterna y vencer finalmente a la muerte son temas que han fascinado y, en cierta forma, obsesionado al ser humano desde hace miles de años. La búsqueda de esta respuesta ha llevado al ser humano por toda clase de caminos, pero, ¿será que la respuesta se encuentra mucho más allá de lo que pensamos?
En el espacio no existe arriba ni abajo, derecha o izquierda. No existe el tiempo, solo el vacío infinito del cosmos. Por lo tanto, las reglas de la Tierra no aplican o son de plano, inútiles. Y tal vez, solo tal vez, aquí esté la clave que explicaría lo que le ha sucedido al astronauta Scott Kelly (52).
El nombre de este estadounidense ganó popularidad en marzo del 2016, cuando volvió luego de pasar un año (340 días) en la Estación Espacial Internacional (EEI), récord para el país del norte solo superado por Rusia (en los 90 Valery Polyakov pasó 438 días en la estación espacial MIR).
Él era además parte de un experimento de la NASA en el cual, su hermano gemelo Mark, permaneció en nuestro planeta con el fin de comprobar el impacto psicológico y fisiológico de una temporada tan larga en el espacio sobre el cuerpo humano.
En aquella ocasión, medios de todo el mundo documentaron los síntomas y cambios que presentaba Kelly tras pasar tanto tiempo en microgravedad, como dolor muscular y articular, hipersensibilidad de la piel, haber crecido 3,81 cm. y hasta perder la puntería.
Sin embargo los estudios han continuado y, ahora, según informa el diario The Independent, los investigadores encontraron cambios en los procesos internos del cuerpo de Scott que indican que habría rejuvenecido.
¿Cómo es esto posible? El astronauta tiene los telómeros, es decir, los extremos de los cromosomas que participan en la reparación del ADN, más largos que los que los de su hermano gemelo Mark, que se quedó en la Tierra.
Según los científicos, los telómeros se reducen a medida que la gente envejece, pero luego de un año en el espacio, los de Kelly parecen haber aumentado su longitud. Sin embargo, tal como ocurrió con la altura que ganó, tras regresar al planeta los extremos de los cromosomas empezaron a reducirse.
Pese a esto, aún sería necesaria una mayor investigación, pues a decir de los expertos de la NASA, este ‘rejuvenecimiento’ de Scott podría no estar relacionado con su viaje al espacio, sino más bien “al aumento del ejercicio y la reducción de la ingesta de calorías durante la misión”.
De cualquier modo, una vez más los sueños del hombre se disparan hasta la inalcanzable eternidad ¿Qué tal lejos podremos llegar esta vez?