Sin vergüenza. Un mototaxista intervenido amenazó con llamar por teléfono a un mayor de la Policía Nacional del Perú para que lo ayudara durante un operativo.
Con este accionar, el mototaxista intervenido pretendía intimidar al suboficial que lo estaba interviniendo y de esa manera evitar ser detenido por la Policía.
Finalmente, el efectivo policial pudo detener al sujeto junto a otros 40 mototaxistas que venían circulando por la ciudad sin autorización para realizar el servicio.
Como castigo, los efectivos policiales obligaron a estos conductores a realizar ejercicios físicos en la comisaría.