La mañana de este lunes, el paradero Caquetá —uno de los más concurridos de Lima— amaneció colapsado debido al paro parcial de transportistas, tras el asesinato de un conductor de la empresa Etuchisa, conocida como “El Chino”. Con este crimen, se suman 15 conductores del transporte urbano asesinados.
Como medida de protesta y ante la falta de garantías para su seguridad, varios conductores optaron por no salir a trabajar. La situación afectó gravemente a los usuarios, muchos de los cuales esperaron por más de media hora sin poder abordar un bus. Algunos vehículos de transporte informal intentaron cubrir la demanda, lo que generó caos y aglomeraciones.
En el lugar, cámaras de Buenos Días Perú registraron combis y minibuses estacionados, mientras que las pocas unidades que circularon lo hicieron completamente llenas, con pasajeros incluso colgados en las puertas. Algunos usuarios denunciaron que unidades como “El Rápido” o “Cruz del Centro” pasaban sin detenerse por la cantidad de personas ya a bordo.
Solo un agente policial se hizo presente en el paradero para tratar de mantener el orden. En tanto, la preocupación crece entre los trabajadores del sector, quienes exigen acciones urgentes para frenar la ola de extorsiones que los amenaza.
