La planta de tratamiento de aguas residuales de Sedapal, ubicada en Cieneguilla, ha sido reconocida a nivel internacional por su innovador aporte a la reducción del impacto ambiental. La estación es capaz de convertir 80 litros de agua turbia por segundo en agua cristalina, lo que beneficia a los ciudadanos, regantes y otras actividades.
DE TURBIO A CRISTALINO
Esta instalación, que utiliza tecnología alemana de última generación, tiene como objetivo principal reducir los efectos negativos de los líquidos cloacales en el medio ambiente.
“El agua tratada aquí cumple con los límites máximos permisibles y está apta para reutilización en contacto con el río”, declaró Jesús Peláez, gerente de aguas residuales de la empresa estatal.
La planta, que recibe los desechos de aproximadamente 27 000 familias, no solo trata las aguas, sino que también comercializa el agua tratada, no apta para consumo humano, para riego agrícola, parques, jardines y procesos industriales como ciclos de refrigeración. Además, los lodos residuales efluentes se utilizan en la agricultura.