El pasado 29 de enero ocurrió una explosión en la fábrica de Pepsico en Santa Anita, donde tres personas perdieron la vida y otras tres resultaron heridas. Han pasado tres meses, y los trabajadores afectados por este incidente realizan un plantón exigiendo justicia y la reanudación de sus labores.
Uno de los trabajadores heridos, Wilmer Martínez, de 35 años, sufrió graves lesiones y ha tenido que ser operado. A pesar de contar con un seguro que ha cubierto parte de sus gastos médicos, el agraviado enfrenta dificultades económicas, incluyendo el desalojo de su vivienda.
Martínez denuncia que la investigación sobre el accidente no ha avanzado, y que la empresa Pepsico no ha colaborado adecuadamente. Según el representante legal de los agraviados, no hay avances en la investigación, por lo que todavía no se ha sancionado a los responsables y exigen una pronta solución.
Además, se ha informado que la fábrica de Pepsico, si bien está clausurada, podría estar permitiendo el ingreso de trabajadores para labores de limpieza o mantenimiento, lo que ha generado controversia entre los afectados y las autoridades.
Los trabajadores afectados solicitan una indemnización justa y que se sancione a los responsables del accidente, mientras continúan en espera de avances concretos en la investigación.