La urbanización Los Jazmines en el distrito de San Juan de Lurigancho se ha vuelto tierra de nadie. En esta zona es común que un delincuente rastrille su arma contra su víctima para conseguir un puñado de billetes.
Cámaras de seguridad al interior de una bodega captaron un asalto ocurrido a plena luz del día. Un delincuente ingresa a este comercio, pregunta la hora y, sin mayor reparo, saca una pistola, rastrilla y apunta a la encargada de la tienda. En tan solo 30 segundos logró llevarse la caja con las ventas del día.
Hace cuatro días, una profesora de uno de los colegios de la zona se sentó a descansar en el parque de la misma zona. Bastaron unos minutos para que un delincuente aparezca con un cuchillo en mano y la despoje de todo objeto de valor.
Los vecinos denuncian que estos hechos se han incrementado en los últimos meses. Pero ¿qué ha pasado en esta urbanización para que el crimen tome las riendas del lugar?
Ante la falta de serenazgo en la zona, muchos han optado por colocar sus propias cámaras y pegar stickers en la puerta de sus casas los cuales advirtiendo a los delincuentes que tienen vigilancia las 24 horas del día.
