Dos jóvenes emprendedoras cayeron víctimas de delincuentes cibernéticos al recibir un enlace de internet en su celular y, sin saberlo, unos inescrupulosos sujetos secuestraron sus páginas de Instagram y les exigieron dinero por el rescate.
Daniela Quequezana y Saskia Campos utilizaban esta red social para impulsar sus negocios. La primera, dedicada a la maceración y venta de la bebida nacional del Perú, el pisco, mientras la segunda ofrecía accesorios y productos de personajes de películas infantiles.
Producto de este robo, ambas y todo el grupo humano que trabaja con ellas se han se han visto perjudicados económicamente. Ellas exponen sus casos para que ningún otro emprendedor caiga víctima de alguna red de ciberdelincuentes.
Para continuar con sus negocios, ambas han tenido que volver a crear nuevas cuentas de Instagram para buscar nuevamente a contactar con sus clientes.