Vecinos de la avenida Quilca ubicada en el distrito de San Martín de Porres, límite con Callao, se encuentran mortificados luego de que autoridades dejaran abandonada a su suerte una obra, que ha dejado las pistas rotas y un olor fétido producto del desagüe abierto.
Según los vecinos, este descuido ha originado algunos accidentes en transeúntes. Como se puede observar a través de las cámaras de Buenos Días Perú, la avenida está cercada con montículos de arena y cercos perimétricos de cemento.
"Son varios meses paralizados, hemos tenido accidentes porque habían ordenado una vía de doble sentido sin poner señaléticas", expresó una afectada.