En el mes de los milagros, una inesperada sorpresa causó un paquete que fue dejado en la puerta de una parroquia en el Callao, donde días atrás se registró el robo de un cáliz valorizado en más de 6 mil soles.
En la bolsa, se encontraba el cáliz robado y dos mensajes del presunto delincuente: "Padre, lo siento, estoy arrepentido. Tengo una hija y necesitaba. Por favor, no quiero dejarla sola, no me denuncie. Perdóneme, se lo pido de rodillas. Dios me perdone, tenga compasión", dice en una de las misivas. En otro pequeño papel se lee que su hija lo vio y le pidió que detenga todo, además que tomó consciencia al verse en cámaras, por eso decidió retroceder y regresar lo hurtado.
Hace unos días las cámaras de seguridad de la parroquia registraron a un hombre que ingresó a la iglesia cuando no había misa, se arrodilló en uno de los asientos, ingresó a la sacristía y extrajo el cáliz escondido en la chompa que llevaba el hombre. Luego, tranquilamente, salió con el objeto en su poder.