Cada día es una lucha por sobrevivir ante el hambre y la miseria. Una lucha que un grupo de guerreras libra con ollas y sazón en los asentamientos humanos de la capital, pero que Buenos Días Perú atestiguó esta vez en Independencia.
Hasta este lugar, en la zona de Tupac Amaru, no se llega ni en auto ni subiendo escaleras, sino trepando por cerros en medio del polvo y el sol del verano que arde más que nunca aquí. A ello se suma la falta de servicios básicos, como agua y desagüe.
La falta de alimentos también se siente: es el golpe de la segunda cuarentena, que pega siempre donde más duele. Estas luchadoras hacen magia todos los días para saciar el hambre de 150 personas que dependen de esta olla común para seguir subsistiendo.
BANDERAS QUE CLAMAN POR AYUDA
Las cuadrillas de banderas blancas se encargan de recorrer la zona recogiendo puerta por puerta la caridad que les permitirá comer al día siguiente. Olvidados por las autoridades, esperan que esta vez no sea igual que antes, mientras la bandera de auxilio continúa flameando.