En los últimos años las mototaxis, que eran utilizados como un medio económico para movilizarse dentro de los distritos, se han convertido en un símbolo de peligro y son la fachada perfecta de los delincuentes para meterse a las calles para fomentar la inseguridad ciudadana.
En el distrito de San Juan de Lurigancho, según la autoridad edil, el 70% de intervenciones policiales contra la delincuencia en este distrito son a ciudadanos extranjeros, y según el alcalde Alex Gonzáles, los mototaxistas delincuentes están fuera de control y a esto se suma la incapacidad de las autoridades para ponerles freno.
El alcalde propone prohibir que los extranjeros trabajen en su distrito, como mototaxistas, pero lo dicho por Gonzáles parece más una justificación a su incapacidad de resolver los problemas de inseguridad de su distrito y ganarse así algunos aplausos de la población.
Esta medida ha traído mucha controversia, generando así su rechazo tanto de los mototaxistas peruanos como extranjeros, ya que generalizar podría ser muy peligroso y discriminatorio porque la mayoría ha llegado al Perú en busca de las oportunidades y trabajar honradamente.