En pleno estado de emergencia por la pandemia por el coronavirus COVID-19, el impacto de la cuarentena en el medio ambiente es positivo. Una muestra de esto fue el avistamiento en la Costa Verde a la altura de San Miguel, de delfines, que son mamíferos acuáticos que pueden tener el tamaño de una ballena.
Estos sorprendente fenómenos ecológicos empiezan a hacerse más comunes debido a que miles de personas en todo el Perú vienen cumpliendo el aislamiento obligatorio. El resultado, playas desiertas con nuevos habitantes.
En otra parte del país, en el litoral de Tumbes, con botes vacíos como si estuvieran saliendo de una postal. Apreciaron pelícanos y tortugas de grandes dimensiones en el mar. Asimismo, en las playas de Huacho se están registrando todos los días, delfines.
La naturaleza ha recuperado terreno en ausencia de los humanos, ante esta situación favorable, Patricia Majluf, vicepresidenta de Oceana en el Perú, la importante ONG internacional dedicada a la protección de los océanos, señala que esto "debería hacernos más sensibles por no abusar de la naturaleza, el virus salta a los seres humanos porque se consumen especies que están en aislamiento y entonces este bicho ha pasado a los seres humanos y después se ha esparcido”.
"Hay que aprender que la naturaleza tiene ciertos mecanismos para regular a las poblaciones" agregó la vicepresidenta de Oceana.
Cabe indicar que por su parte el Senamhi reveló que desde que se anunciara el aislamiento social la contaminación en el airé ha disminuido en un 40%.