El segundo piso de un edificio multifamiliar ubicado en el corazón de Miraflores se había convertido en un lugar de amor al paso y caricias compradas. El lugar era conocido como ‘La casa azul’. El local, en el departamento 201, se publicitaba en las redes sociales como un salón de masajes.
Esta era la pantalla perfecta para tapar un ilícito y peligroso negocio de prostitución clandestina. Según el personal de la Municipalidad de Miraflores, para contactar a este lugar no había llamadas ni anuncios en periódicos, sólo redes sociales: ganada la confianza, recién se obtenía el número.
Denuncias de los mismos propietarios y vecinos por la cantidad de gente desconocida que ingresaba y salía a diario del departamento 201, fueron motivo suficiente para que las autoridades entren en acción. Finalmente, tras la intervención, este local fue cerrado.
Además, varias chicas fueron detenidas y varios artículos prohibidos quedaron confiscados.