En la avenida San Felipe, en Comas, un ladrón aprovechó un espacio que había entre la reja de la puerta de entrada y el techo para ingresar a un bar restaurante.
Con gran agilidad trepó la reja e ingresó, directamente fue a la barra a cargarse las botellas de whisky, luego de unos minutos salió rápidamente del local. No le interesó saber si había dinero en la caja registradora.
Todo ocurrió a plena luz del día, cuando transitaban decenas de personas y vehículos por la avenida, nadie escucho ni vio nada, y el ladrón se retiró tranquilamente.