Nadie está libre de contraer una enfermedad, pero una de las que más causan temor entre la población es el cáncer. La piel es el órgano más extenso que tenemos los seres humanos, por ello los dermatólogos recomiendan cuidarla de los peligros que genera la radiación solar.
La doctora Mariella Gargatt, especialista en dermatología, recomendó estar prevenidos durante este mes que es el que registra los índices más altos de radiación. Señaló que la piel no olvida la exposición que tenemos a la radiación, y estar permanentemente bajo ésta puede devenir en cáncer a partir de la cuarta, quinta o sexta década para adelante.
Gargatt indicó que es importante saber reconocer cuáles son los lunares con características normales: “son bastante simétricos, redondos, de un solo color, que no tienden a molestar”, de los lunares ‘sospechosos’: “Pero, si vemos lunares que empiezan a perder la forma, son asimétricos, los bordes son irregulares (…), hay cambios de color, pica, sangra, se ulcera, se produce una herida en la piel que no cicatriza”.
En caso se presenten las características de un lunar ‘sospechoso’, la especialista nos alerta que podría tratarse de un caso de piel que ha recibido demasiada radiación y que ha provocado el desarrollo de cáncer.
La especialista añade que es importante educar a nuestros familiares con el uso de protectores solares desde nuestros primeros años de vida, pues la radiación se absorbe en mayor cantidad durante los primeros 18 años y queda en nuestro organismo, por lo que puede convertirse en cáncer mucho tiempo después.
La experta recomendó usar el fotoprotector media hora antes de exponerse pues demora en hacer efecto. Además, dijo que no solo debe echarse en el rostro, sino en todos aquellos espacios de piel que estarán expuestos como las manos, el pabellón de la oreja, cuello, pecho, pies, etc. También advirtió que no solo debe usarse una vez sino que durante el día debe volverse aplicar el protector solar, pues su uso termina a las tres horas.
Cabe destacar, según manifestó Mariella Gargatt, si se logra identificar una lesión cancerígena en la piel de manera precoz, entonces el 95% tiene un tratamiento curativo.